El siglo XXI se caracteriza porque a nivel mundial se vive una gran desigualdad económica, que se traduce en una enfermedad social llamada pobreza, donde una inmensa mayoría de la población se encuentra excluida de servicios como el trabajo, casa, educación, salud y transporte; y con salarios que no cubren la canasta básica familiar.
Cada día es más común ver jóvenes de padres separados, divorciados, que no tienen cariño ni comprensión en casa, metidos en drogas, prostitución, delincuencia; la degeneración se ha apoderado de nuestra juventud. Los buenos ejemplos, parecen ser cosa del pasado.
Es pues en este contexto que la sociedad demanda hombres que no sólo repitan conocimientos, sino que sean capaces de transmitir y aplicar nuevos conocimientos.
Al respecto Zoomblog refiere “…la solución a estos problemas exige en primer lugar una alta dosis de creatividad para encontrar cada vez nuevas soluciones a nuevos problemas que van surgiendo. Además de ello exige también mucha responsabilidad individual para llegar a una responsabilidad colectiva que permita perfeccionar estilos y condiciones de vida…”.
La clase como forma básica de organización de la enseñanza, debe responder a las demandas que plantea la escuela de hoy, por lo que los objetivos no pueden lograrse mediante la ampliación del tiempo dedicado a la enseñanza tradicional, sino principalmente, donde el alumno se desarrolle integralmente protagonizando un verdadero papel activo en las clases.
Un maestro que asume con responsabilidad y compromiso social su labor, puede hacerlo desarrollando la creatividad desde las aulas, ya lo decía José Martí "Quien quiera pueblo, ha de habituar a sus hombres a crear. Y quien crea, se respeta, y se ve como una fuerza de la Naturaleza."
La creatividad como tal, no ha sido un tema nuevo, ya que ha ido acompañando al hombre en la búsqueda de soluciones a sus preguntas y problemas desde que éste existe, en un principio se pensaba que sólo eran creativas las personas extraordinariamente originales, y que la creatividad era un don celestial; luego con la teoría evolucionista de Darwin, la creatividad se empieza a considerar como una especie de un don hereditario. Recién a partir de los años 50 del siglo XX los estudios relacionados a la creatividad tienen su apogeo.
A lo largo de la historia se han dado muchas definiciones a la creatividad, desde diferentes enfoques : los que hacen énfasis en el proceso que entraña la creación (Guilford, Torrance, E. P., Stemberg, R. J., Landau, E. , entre otros) ; los que la relacionan con la solución creativa de problemas (De Bono E); los que la enfocan desde una posición personológica, vinculándola al desarrollo de sentimientos y con una fuerte base motivacional (Rogers; C., Maslow; A., Mitjáns; A., González, A.; Aldana, G, entre otros); los que hacen énfasis en la persona y los que hacen énfasis en la integración.
Albertina Mitjáns Martínez, expresa que la creatividad es el proceso de descubrimiento o de producción de "algo nuevo" que cumple las exigencias de una determinada situación social, en la cual se expresa el vínculo de los aspectos cognitivos y afectivos de la personalidad.
Este artículo asume la conceptualización de Mitjáns, por las siguientes consideraciones:
Se enfatiza la creación de algo nuevo, donde ese “algo” puede ser una idea o un conjunto de ellas, una estrategia de solución, en su sentido tanto general como específico.
Habla del descubriendo y no únicamente de la producción, aporte importante pues la expresión del potencial creativo se evidencia no solo cuando la persona tiene la posibilidad de solucionar creativamente un problema ya dado, sino descubrir o de encontrar un problema quizás allí donde otros no lo ven; por ejemplo, cuando el alumno en su actividad de estudio descubre por sí mismo problemas o estrategias de solución que ya habían sido expresadas por los científicos, quizás decenas de años antes, situaciones que en la práctica en muchas oportunidades la han observado los maestros.
Destaca los elementos de novedad para el sujeto y el vínculo con determinadas exigencias de una situación social, que pueden orientar investigaciones y, por otro lado la redefinición de algunos conceptos, por ejemplo en el aula, cuando los alumnos redefinen conceptos con sus propias palabras.
La creatividad constituye una expresión del vínculo de los aspectos cognitivos y afectivos de la personalidad, es decir la creatividad es enfocada desde una posición personológica vinculándola al desarrollo de sentimientos y con una fuerte base motivacional, los rasgos, los valores, las motivaciones, las capacidades y aptitudes.
Un presupuesto importante a considerar en creatividad, es el aporte de Vigotsky, quien considera que la creatividad existe potencialmente en todos los seres humanos, y es susceptible de desarrollar, o sea, que no es privativa de los genios, sino que está presente en cualquier ser humano que imagine, transforme o cree algo por insignificante que sea en comparación con las grandes personalidades creativas de la historia” ( Fábregas y Jiménez, 2006).
¿Cómo lograr desarrollar la creatividad desde la enseñanza aprendizaje?
No cabe duda que el primer paso es cambiar e innovar la forma en que se ha venido trabajando (repitiendo estrategias, métodos y técnica), pues los maestros somos consientes que el mundo ha cambiado y nuestros estudiantes no son ajenos a esos cambios.
Por los referentes antes señalados me atrevo a manifestar que la más grande manifestación de la naturaleza humana es la creatividad, y es precisamente el trabajo diario la opción que tenemos para ser creativos.
Para emprender ese cambio el maestro deberá considerar:
La motivación como un factor fundamental para que el estudiante se interese por aprender, ya que el hecho de que éste se sienta contento en su clase, con una actitud favorable y una buena relación con el maestro, hará que se motive para aprender, se logra así que el conocimiento impartido sea importante y relevante en su vida diaria.
La comunicación que se establece entre docente y alumno, resulta vital, para el aprendizaje de la matemática, por lo que el docente debe arbitrar todos los medios posibles, para que aquello que debe enseñar resulte significativo para el alumno desde su realidad cotidiana y sus capacidades. Es así el docente un mediador entre los contenidos y los alumnos, para que ellos puedan alcanzar los objetivos de aprendizaje que se pretenden, sean conceptuales, procedimentales o actitudinales.
En esta comunicación educativa el aprendizaje implica la apropiación de los distintos saberes, como tarea llevada a cabo por el propio alumno a partir de las estrategias y herramientas facilitadas por el docente, los saberes previos y la representatividad que cada uno de estos elementos tengan para él.
¿Qué actividades dentro del aula, pueden generar una alta dosis de motivación?
Entre las diferentes actividades motivadoras que el maestro pueda considerar en su práctica, las actividades lúdicas ofrecen oportunidades en la clase a la espontaneidad, a la iniciativa, a la expresión individualizada; presentando variadas situaciones que movilicen a los alumnos a pensar en variedad de soluciones resolviendo ejercicios y/o problemas, organizando ideas, etc., capaz de desarrollar habilidades físicas e intelectuales (percepción, imaginación, memoria, pensamiento y lenguaje). Así mismo Mitjáns, en su obra Creatividad Personalidad y Educación, realiza un análisis de las estrategias más utilizadas para el desarrollo y la educación de la creatividad, entre las que se puede citar los seminarios vivenciales y juegos creativos, cuyo objetivo esencial es movilizar los elementos afectivos y motivacionales vinculados a la creatividad.
Los juegos empleados en la educación fueron empleados ya en la antigua Roma, así también el pedagogo romano Marcos Fabio Quintiliano dejó plasmado en su obra el deseo de que para los niños el estudio fuera como un juego.
El pedagogo ruso Konstantino D. Ushinski (1824 – 1870), él consideraba que la educación mediante el juego es necesario realizarla de forma tal que el niño no se harte de ella y sepa pasar a las actividades programadas. El valor que se da al juego en esta concepción, es la formación del pensamiento teórico y práctico de los alumnos, y como actividad es desarrollada sólo para salir del trabajo monótono y/o rutinario del profesor.
Uno de los psicólogos que más aportó a la teoría sobre el juego fue Vigostky, en el sentido de que sirve para potenciar la zona de desarrollo próximo, la cual no es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz, el sentido de la didáctica del juego cambia Vigotsky, refiere también que el aprendizaje orientado hacia los niveles evolutivos que ya se han alcanzado resulta ineficaz desde el punto de vista del desarrollo total del ser humano.
Se puede establecer que un buen aprendizaje es sólo aquel que precede al desarrollo en términos prospectivos y no en términos de lo pasado.
Para Vigostky, facilitar la zona de desarrollo próximo, implica que el docente- guía deberá seleccionar o elaborar el juego teniendo en cuenta la edad de los escolares, sus gustos e intereses; así como también las capacidades cognoscitivas de los alumnos. Otro aporte bastante significativo de Vigotsky radica en que al resolver un problema importa más el proceso que la respuesta.
Félix Várela (1788 – 1853) se pronunció en más de una ocasión por la necesidad de educar y enseñar en nuestras escuelas a través del juego. A decir de él, el juego representa una herramienta pedagógica de altísimo valor para lograr que los alumnos desencadenen su imaginación, el intercambio de ideas, participación abierta y franca colmada de un entusiasmo innato que le confiere mejores resultados al trabajo de las escuelas.
El aporte que ofrece Félix Varela al juego, se considera importante en el sentido que para lograr que los juegos constituyan un recurso metodológico de carácter episódico, deberá despertar el interés y a partir de él, se desencadene un incremento del mismo.
Enrique José Varona (1849 – 1933) le concedió especial importancia a la introducción en las clases de los juegos vinculados al sistema de enseñanza en grupos escolares con el objetivo de evitar la rutina y estimular la creatividad.
A partir de estas conceptualizaciones, a lo largo de los años, el juego puede considerarse una actividad que genera un ambiente agradable, genera emociones, genera gozo, genera placer, desarrolla integralmente la personalidad del hombre, y en particular su capacidad creadora.
La importancia del juego radica en que, facilita la educación de la personalidad, ofrece elementos para comprender por qué se puede usar en el proceso pedagógico, como una estrategia para el desarrollo de la creatividad, se puede precisar así que:
En lo intelectual cognitivo se fomentan la observación, la atención, las capacidades lógicas, la fantasía, la imaginación, la iniciativa, la investigación científica, los conocimientos, las habilidades, los hábitos, el potencial creador, etc.
En el volitivo conductual se desarrollan el espíritu crítico y autocrítico, la iniciativa, las actitudes, la disciplina, el respeto, la perseverancia, la tenacidad, la responsabilidad, la audacia, la puntualidad, la sistematicidad, la regularidad, el compañerismo, la cooperación, la lealtad, la seguridad en sí mismo, estimula la emulación fraternal, etc.
En el afectivo motivacional se propicia la camaradería, el interés, el gusto por la actividad, el colectivismo, el espíritu de solidaridad, dar y recibir ayuda, etc.
Se debe tener en cuenta que en la planificación del juego el maestro, debe lograr la motivación de los estudiantes por las tareas de tipo cognitivo despertando los intereses hacia el contenido y llegar a descubrir su importancia, además:
• Considerar al educando como sujeto activo y consciente de su actividad de aprendizaje, teniendo en cuenta sus necesidades, sus gustos y potencialidades.
• Precisar los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales que pueden organizarse en el juego con el fin de propiciar la: motivación, la originalidad, la flexibilidad, la independencia.
• Desarrollar acciones que garantizan la participación y el éxito de los escolares, estableciéndose relaciones y una buena comunicación entre ellos, lo que facilita el desarrollo de los procesos cognoscitivos, afectivos y motivacionales.
• Hacer énfasis en el estudiante para que realice el análisis crítico de la solución de la tarea, dándole un gran peso a su forma de proceder, antes de llegar al resultado final, a su flexibilidad, originalidad e independencia.
• Es importante que los alumnos realicen un análisis colectivo y reflexivo determinando los errores cometidos, respetando el criterio de los demás y trabajar para su erradicación, es decir, ¿dónde me equivoqué?, ¿por qué me equivoqué?, ¿cómo debo hacerlo?, ¿qué hice novedoso? ¿cómo asumí los cambios? ¿qué me gustó del juego?, ¿qué no me gustó?
Es importante tener en cuenta que con la aplicación de los juegos en la clase, se rompe con el formalismo, dándole una participación activa al alumno en la misma, y se pueden lograr los resultados siguientes:
• Mejorar el índice de asistencia y puntualidad a clases, por la motivación que se despierta en el estudiante.
• Profundizar los hábitos de estudio, al sentir mayor interés por dar solución correcta a los problemas.
• Interiorizar el conocimiento por medios de la repetición sistemática, dinámicas y variada.
• Lograr el colectivismo del grupo a la hora del juego.
Por todo ello, para todo docente, el juego debe ser no sólo una responsabilidad sino también un compromiso, ya lo decía J. Martí “Los niños viven cuando juegan y jugando aprenden a vivir.
Por: Lic. Ynés Salazar Charri .
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